Continue reading...

“El famoso cohete”, por Oscar Wilde

    El hijo del rey estaba en vísperas de casarse. Con este motivo el regocijo era general. Estuvo esperando un año entero a su prometida, y al fin llegó ésta. Era una princesa rusa que había hecho el viaje desde Finlandia en un trineo tirado por seis renos, que tenía la forma de un gran cisne de oro; la princesa iba acostada entre las alas del cisne. Su largo manto de armiño caía recto…

Continue reading
Continue reading...

“Mi versión del asunto” (por Truman Capote)

  Sé lo que se dice de mí y es cosa suya si se ponen de mi parte o de la de ellos. Es mi palabra contra la de Eunice y la de Olivia-Ann. Cualquiera que tenga ojos para ver se da cuenta enseguida de quién es el que está en sus cabales. Mi única intención es que los ciudadanos de los Estados Unidos sepan la verdad. Eso es todo. Los hechos: el domingo 12…

Continue reading
Continue reading...

Los cuatro sospechosos (por Agatha Christie)

  La conversación giraba en torno a los crímenes que quedaban sin resolver y sin castigo. Cada uno por turno dio su opinión: el coronel Bantry, su simpática y gordezuela esposa, Jane Helier, el doctor Lloyd e incluso la señorita Marple. El único que no habló fue el que, en opinión de la mayoría, estaba más capacitado para ello. Don Henry Clithering, ex comisionado de Scotland Yard, permanecía silencioso, retorciéndose el bigote o, más bien…

Continue reading
Continue reading...

“El caso de los viejitos voladores” (Adolfo Bioy Casares)

Un diputado, que en estos años viajó con frecuencia al extranjero, pidió a la cámara que nombrara una comisión investigadora. El legislador había advertido, primero sin alegría, por último con alarma, que en aviones de diversas líneas cruzaba el espacio en todas direcciones, de modo casi continuo, un puñado de hombres muy viejos, poco menos que moribundos. A uno de ellos, que vio en un vuelo de mayo, de nuevo lo encontró en uno de…

Continue reading
Continue reading...

Cuentos para disfrutar: “El diente roto”, por Pedro Emilio Coll

    A los doce años, combatiendo Juan Peña con unos granujas recibió un guijarro sobre un diente; la sangre corrió lavándole el sucio de la cara, y el diente se partió en forma de sierra. Desde ese día principia la edad de oro de Juan Peña. Con la punta de la lengua, Juan tentaba sin cesar el diente roto; el cuerpo inmóvil, vaga la mirada sin pensar. Así, de alborotador y pendenciero, tornóse en…

Continue reading
Continue reading...

“Lepidóptero”, por Legna Rodríguez Iglesias

Tal vez me queden algunos días o algunas semanas de vida. Tal vez algunas horas. Me has dicho que demoras todavía un mes. No habrá tiempo a darte el código, o sí. Seré optimista. Solo recuerdo que son seis números. Me paso el día tratando de recordarlos, la memoria no es la misma. Tendrás que revisar la biblioteca, libro por libro, página por página, en uno de ellos hay una hoja con los números escritos.…

Continue reading
Continue reading...

“Casa tomada” – de Julio Cortázar

  Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia. Nos habituamos Irene y yo a persistir solos en ella, lo que era una locura pues en esa casa podían vivir ocho personas sin estorbarse. Hacíamos la limpieza por la mañana, levantándonos a las siete,…

Continue reading
Continue reading...

“Pasarlo bien”, de Ítalo Calvino

Érase un país donde todo estaba prohibido. Como lo único que no estaba prohibido era el juego de la billarda, los súbditos se reunían en unos prados que quedaban detrás del pueblo y allí, jugando a la billarda, pasaban los días. Y como las prohibiciones habían empezado con poco, siempre por motivos justificados, no había nadie que encontrara nada que decir o no supiera adaptarse. Pasaron los años. Un día los condestables vieron que ya…

Continue reading
Continue reading...

“Ojos de perro azul”, de Gabriel García Márquez

Entonces me miró. Yo creía que me miraba por primera vez. Pero luego, cuando dio la vuelta por detrás del velador y yo seguía sintiendo sobre el hombro, a mis espaldas, su resbaladiza y oleosa mirada, comprendí que era yo quien la miraba por primera vez. Encendí un cigarrillo. Tragué el humo áspero y fuerte, antes de hacer girar el asiento, equilibrándolo sobre una de las patas posteriores. Después de eso la vi ahí, como…

Continue reading
Continue reading...

Cuentos: “Ahora o nunca, Francisco” de Juan Sasturain

La noticia es que reapareció el cura Bostelli. Increíble pero real. No es la primera vez que me ocupo de él, un personaje extraordinario; la última fue en un texto que está en Picado grueso: “Dos arcos en Piazza San Pedro”. Ahí está toda la historia; ahora la resumo, glosada, para los que no están al tanto. Lo conocí –lo reconocí, en realidad– durante el Mundial de Francia ’98; en el viaje de ida, más…

Continue reading