El ingenioso tuit con el que el académico de la RAE Arturo Pérez-Reverte se rebela contra las normas de acentuación Posted in: Escritores
El popular escritor y académico de la lengua Arturo Pérez-Reverte es muy activo en Twitter, y a veces realiza comentarios sobre los usos del español que causan simpatía pero que, además, también van por libre respecto a lo que la norma contempla.
Aquí la historia comienza con un tuit de la Real Academia Española respondiendo a una consulta: «Los pronombres demostrativos como “este, esta, estos, estas” pueden tildarse si hay riesgo de ambigüedad por poder interpretarse también como determinantes. Si no hay riesgo de ambigüedad, no está justificada la tilde. Se recomienda no tildar nunca».
Es entonces cuando el usuario Pello Bordegaray hace un retuit con comentario apuntado a la cuenta de Pérez-Reverte y sugiriendo que igual no le hace gracia lo que dice la RAE, institución a la que pertenece.
Y ayer le respondió el novelista con su gracejo habitual, tirando de la paradoja: «Yo sí recomiendo tildar. Sólo así me siento menos solo», logrando el éxito habitual en muchas de sus intervenciones, con casi 3.000 «me gustas».
Yo sí recomiendo tildar. Sólo así me siento menos solo.
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) May 12, 2020
La regla de la Real Academia Española dice esto al respecto:
«La palabra solo, tanto cuando es adverbio y equivale a solamente (Solo llevaba un par de monedas en el bolsillo) como cuando es adjetivo (No me gusta estar solo), así como los demostrativos este, ese y aquel, con sus femeninos y plurales, funcionen como pronombres (Este es tonto; Quiero aquella) o como determinantes (aquellos tipos, la chica esa), no deben llevar tilde según las reglas generales de acentuación, bien por tratarse de palabras bisílabas llanas terminadas en vocal o en -s, bien, en el caso de aquel, por ser aguda y acabar en consonante distinta de n o s.
Aun así, las reglas ortográficas anteriores prescribían el uso de tilde diacrítica en el adverbio solo y los pronombres demostrativos para distinguirlos, respectivamente, del adjetivo solo y de los determinantes demostrativos, cuando en un mismo enunciado eran posibles ambas interpretaciones y podían producirse casos de ambigüedad, como en los ejemplos siguientes: Trabaja sólo los domingos [= ‘trabaja solamente los domingos’], para evitar su confusión con Trabaja solo los domingos [= ‘trabaja sin compañía los domingos’]; o ¿Por qué compraron aquéllos libros usados? (aquéllos es el sujeto de la oración), frente a ¿Por qué compraron aquellos libros usados? (el sujeto de esta oración no está expreso, y aquellos acompaña al sustantivo libros).
Sin embargo, ese empleo tradicional de la tilde en el adverbio solo y los pronombres demostrativos no cumple el requisito fundamental que justifica el uso de la tilde diacrítica, que es el de oponer palabras tónicas o acentuadas a palabras átonas o inacentuadas formalmente idénticas, ya que tanto solo como los demostrativos son siempre palabras tónicas en cualquiera de sus funciones. Por eso, a partir de ahora se podrá prescindir de la tilde en estas formas incluso en casos de ambigüedad. La recomendación general es, pues, la de no tildar nunca estas palabras.
Las posibles ambigüedades pueden resolverse casi siempre por el propio contexto comunicativo (lingüístico o extralingüístico), en función del cual solo suele ser admisible una de las dos opciones interpretativas. Los casos reales en los que se produce una ambigüedad que el contexto comunicativo no es capaz de despejar son raros y rebuscados, y siempre pueden evitarse por otros medios, como el empleo de sinónimos (solamente o únicamente, en el caso del adverbio solo), una puntuación adecuada, la inclusión de algún elemento que impida el doble sentido o un cambio en el orden de palabras que fuerce una única interpretación».