Cómo leer 80 libros al año (y acordarte de lo que has leído) Posted in: Tips

Sofá, manta y un libro. ¿Puede haber un plan mejor? En medio de la vorágine diaria, no hay nada mejor que conseguir que el tiempo se detenga y sentarte a leer una buena historia. ¿Cuántos títulos lees al mes? ¿Te consideras un enamorado de los libros, o más bien un simple amante furtivo que de vez en cuando recurre a ellos para luego aburrirse y depositarlos de nuevo en la estantería?

Si te gustaría ser más constante y no dejar las historias a la mitad, hay un método que conseguirá que seas capaz de leer hasta 80 libros al año. Está diseñado por Shane Parrish, un visionario de la lectura y dueño del sitio online Farnam Street, el cual se ha hecho muy popular en internet debido a la capacidad de extraer de una profunda biblioteca ideas que te ayudarán a “desarrollar una comprensión de cómo funciona realmente el mundo, tomar mejores decisiones y vivir una vida mejor”, según afirma. Su lista de lecturas recomendadas alcanza los 80 libros al año.

Parrish es un experto a la hora de ofrecer consejos para que el amor por la lectura no cese. Pero no solo para leer más, sino también para obtener ideas teóricas y prácticas de los libros y acordarte de ellos para el resto de tu vida. La revista ‘GQ’ ha hecho una compilación de sus recomendaciones para leer mejor, y por ende, vivir mejor.

Un poco de reflexión

Una de las cosas más importantes a la hora de enfrentarte a la lectura de un libro es saber con exactitud la razón de por qué te interesa el tema que aborda. Aunque la función de entretener es importante, seguro que antes de comenzar la lectura te surgen un montón de preguntas que necesitan ser respondidas. Puede que el título al que te enfrentes no tenga nada que ver con la filosofía o el pensamiento, pero si te has decantado por él, hay una razón más profunda.

Parrish, por ejemplo, descubrió que cada tomo es una nueva oportunidad para aprender algo nuevo, o bien muchas cosas, que luego podría incorporar a su capacidad para tomar decisiones y viajar por el mundo. “Si solo quieres leer de forma pasiva para apagar tu cerebro después de un largo y exigente día, también”, reitera, “pero si mi objetivo es obtener algún tipo de ventaja competitiva sobre la otra persona, en ese caso querré optimizar la lectura”.

Acepta tu ignorancia

“La mayor parte de las noticias que consumimos son opiniones de otras personas que nosotros tomamos como nuestras”, avisa Parrish. “Posicionamos nuestra forma de pensar a la de los demás, leemos los resúmenes de la actualidad informativa sobre un tema complejo o repetimos las ideas de nuestro columnista de opinión favorito como si fueran nuestras”. En ese caso, mejor formarse una opinión de manera individual a que te la introduzca una persona.

“No conoces los matices del asunto”, advierte. “Nunca has leído sobere ello. No sabes los efectos que tiene, tan solo lo que escribió una persona sobre ello en los medios de comunicación. Es simplemente una ilusión de conocimiento”. En lugar de perderte entre distintas opiniones sobre un tema que promulgan otros, lo mejor es asumir la ignorancia e intentar ponerle atajo con la formación continua y personal. No aceptes el revuelo originado por malas opiniones, mejor intenta obtener “diferentes datos que poner en tu cabeza”. Al fin y al cabo, “vivir una vida con más significado y más consciente”.

Toma notas

Parrish tiene un método que, además de curioso, parece estar encaminado al éxito lector: antes de abrir un libro, toma un folio en blanco y escribe en él todo lo que sabes al respecto sobre el tema que trata. A medida que lees y vas descubriendo nueva información, usa un bolígrafo de diferente color para anotar las ideas nuevas y conectarlas a las que ya tenías.

“Si utilizas un color diferente para cada vez, podrás comprobar de una manera muy visual lo que estás aprendiendo a medida que avanza la lectura”, asegura Parrish. “Luego, antes de arrancar con tu próxima sesión, tan solo revisa tu mapa mental. Esto te proporciona el contexto de la lectura allí donde la dejaste. Más tarde, cuando lo hayas terminado, tendrás un precioso resumen del libro”.

Cuidado con “el ruido de fondo”

“Normalmente la lectura es una actividad que tratamos de encajar en los diferentes huecos del día a día”, reconoce el experto. De esta manera, abrimos un libro cuando vamos en transporte público o antes de dormir, es decir, no como si fuera una actividad concreta para realizar en la hora punta del día. “También solemos recurrir a los libros al final del día, cuando estamos muy cansados”.

En este sentido, “se tarda tiempo en entrar, ya que hay que volver a recordar lo leído el día anterior. Estamos prestando la mitad de la atención”. Así es como acabas olvidando una historia que leíste hace tiempo, por haber leído solo en modo “ruido de fondo” para ayudarnos a dormir.