«El Partenón de los libros», un monumento con 68.000 libros prohibidos y censurados Posted in: Noticias
Los libros son un arma poderosa, de ahí que todavía haya personas y asociaciones que se dediquen a perseguir y censurar libros en escuelas y bibliotecas. Prohibir o censurar la lectura de libros parece algo del pasado, pero tristemente es algo que todavía estamos viviendo en el presente y que seguiremos viviendo en el futuro. La artista plástica argentina Marta Minujín creó en la decimocuarta edición de las exposiciones de arte contemporáneo documenta (Kassel, 2017) la obra «El Partenón de los libros» con, nada más y nada menos, que 68.000 libros prohibidos.
Esta [obra] se llama «El Partenón de los libros» prohibidos en cualquier época, en cualquier idioma y en cualquier momento. El Partenón es un homenaje a la democracia y va a estar basado en el mismo tamaño que el original y realizado con libros prohibidos en algún momento. Marta Minujín, Convocatoria de donaciones de libros.
Para la realización de esta obra se necesitaban alrededor de unos 100.000 libros. Pese a que no se llegó a tal cifra, comentar que se recibieron en unos 68.000 libros prohibidos donados por el público (ver lista de libros donados). Todos estos libros fueron prohibidos en algún lugar del mundo en algún momento, o todavía están prohibidos hoy en día. Una vez terminada la exposición, los libros fueron regalados entre las personas.
«Con este acto de redistribución, la artista pretende expresar el estado efímero y transitorio de esta obra de arte antimonumental».
Esta obra fue ubicada en la Friedrichsplatz de la ciudad alemana de Kassel, plaza en la cual en mayo de 1933 se llevó a cabo una quema de libros dentro del programa de «acción contra el espíritu antialemán» (ACEAA). Sin duda que esta obra era (y es) todo un símbolo de oposición a la prohibición de los escritos y a la persecución de sus autores.
La artista Marta Minujín ya realizó en 1983 la obra El Partenón de los libros en Buenos Aires (Argentina). Tomó 25.000 libros de sótanos donde habían sido encerrados por los militares y cubrió con ellos una réplica a escala del Partenón. Y la segunda es que Marta Minujín obtuvo el Premio Velázquez de Artes Plásticas 2016 «porque con su máxima creativa ‘todo es arte’ ha sido pionera en nuevos comportamientos artísticos y en el desbordamiento de los marcos institucionales del arte y de los medios. Su posición contracultural y el compromiso político en un momento particularmente difícil se mantienen en la coyuntura internacional actual. Su desacralización de los mitos populares y la activación de los lazos sociales le han convertido en una precursora de las prácticas efímeras y relacionales».